Martin Parr
«El humor debe ser parte de la fotografía porque retratas el mundo, que es un lugar divertido.”
Martin Parr es un fotógrafo británico y miembro de la Agencia Magnum desde 1994. Su estilo fotográfico, caracterizado por la ironía y un brillante sentido del humor, es sin duda uno de los más famosos e influyentes de la actualidad.
La referencia principal de Parr es la sociedad británica de la que forma parte, que utiliza con el fin de retratar una realidad dominada por la cultura consumista, la comida basura, el turismo de masas o los estereotipos sociales de la época contemporánea.
Sus imágenes se reconocen al instante porque nos llevan a un mundo lleno de colores. A primera vista, pueden parecer exageradas o incluso grotescas o mordaces, pero sin duda están llenas de un humor burlón y de un gusto exquisito.
«Veo cosas que pasan ante mis ojos y las fotografío como son, sin intentar cambiarlas. No aviso a la gente. Por eso soy cronista. Hablo de nosotros y hablo de mí.»
Martin Parr nos permite ver cosas que nos han parecido familiares de una manera completamente nueva.
A los 14 años decidió que quería ser fotógrafo gracias a su abuelo, que era fotógrafo aficionado. En sus inicios como fotógrafo documental usaba película en blanco y negro, lo que cambió cuando, en 1983, a los 30 años, comenzó a usar película a color que además acompañaba con un golpe de flash ⚡ para conseguir colores más saturados. Curiosamente elegía películas que eran más usadas por los turistas que por los profesionales, como la Fuji 400 Superior, la Agfa Ultra o la Fuji 100.
Las fotografías de William Eggleston y Stephen Shore fueron de gran influencia para las fotografías a color que comenzaba a desarrollar, así como también las coloridas postales de John Hinde.
Martin Parr se ha forjado una reputación con un flujo constante de fotolibros, hasta la fecha, ha publicado más de 100!
«Si le das al mundo historias tristes y deprimentes, nadie va a escucharte, o esa es la sensación que me da. Por eso, intento que mis fotos sean brillantes y coloridas y, con un poco de suerte, aceptablemente buenas».