Garry Winogrand

«A veces siento como si el mundo fuera un lugar para el que he comprado una entrada. Es un gran espectáculo para mí, como si no fuese a suceder si yo no estuviera allí con una cámara.” Garry Winogrand

Garry Winogrand (1928-1984), es considerado uno de los pioneros de la fotografía callejera. Reconocido junto a Diane Arbus y Lee Friedlander como una de las figuras fundamentales en la renovación de la fotografía documental.

Aseguraba que la fotografía era aquello que le permitía olvidar temporalmente la ira, la inquietud y la confusión en la que estaba instalado.

Winogrand recorría las calles de Nueva York con su Leica M4 y un gran angular preenfocado, disparaba fotos sin parar, a veces sin mirar por el visor, consiguiendo imágenes con un horizonte inclinado. Salía cada día de casa y recorría calles, carreteras, moteles, ferias, parques de atracciones y zoológicos.

Persiguió la autenticidad y la sinceridad. Sus fotos expresan a la vez el encanto y el desencanto, la extrañeza y la alegría, la velocidad y el movimiento y consiguen capturar el espíritu de toda una generación, la norteamericana de la década de los 50, 60 y 70.

En 1964 obtuvo su primera Beca Guggenheim, lo que le permitió viajar por Estados Unidos en coche, para captar la esencia del paisaje americano. Puso rumbo a California en el que se convirtió en el año más fecundo de su carrera. Según sus propias palabras, fotografiaba para «averiguar quiénes somos, cómo nos sentimos». Muchas de estas fotos están hechas desde su coche, utilizando las ventanillas o el parabrisas como marco.

Aunque sus fotografías más populares son en blanco y negro, desde principios de los años cincuenta, empezó a trabajar también en color utilizando diapositivas Kodakchrome.

Murió dejando más de 400.000 fotografías sin editar, muchas de las cuales ni siquiera había mirado. Además también dejó 2500 rollos de película sin revelar. Muchas de esas fotografías se recogieron en el libro «Figments from de real world» y posteriormente, en 1988, en una exposición en el museo de arte moderno de Nueva York (MoMa).

Fuentes: www.revistalafundacion.com