¡Inauguramos sección en el blog! Cada mes dedicaremos una entrada para hablar de algún autor, autora o grupo artístico importante en la historia de la fotografía analógica.

Empezamos por el grupo fotográfico AFAL (Agrupación Fotográfica Almeriense).

Fue fundada en 1956 como una asociación para la difusión de la fotografía y con la intención de renovar el panorama de la fotografía española que estaba inmersa en el pictorialismo, y en falsear una realidad que no era muy optimista; en la AFAL defendían en contrapunto un nuevo concepto de fotografía documento, más cotidiana y fiel a la realidad.

Carlos Perez Siquier, grandísimo fotógrafo almeriense que ha protagonizado la fotografía española desde antes de la transición y que falleció el pasado septiembre, fue el cofundador junto con José María Artero García.

En enero de 1956 se lanzó el primer número de la revista AFAL, que permitió que numerosos fotógrafos pudieran difundir sus fotos y darlas a conocer entre los aficionados a la fotografía. La revista se estuvo editando hasta 1963 y se editaron 36 números. Esta revista sirvió para que los fotógrafos españoles pudieran dar a conocer su obra a otros a pesar de la distancia geográfica, pero también para conocer aspectos teóricos y a diversos fotógrafos extranjeros como Henri Cartier Bresson, William Klein, Robert Frank, Otto Steinert… Por otro lado, sirvió para dar a conocer la fotografía española en el extranjero, lo que permitió que Edward Steichen invitara a algunos de los participantes a una exposición fotográfica mundial que preparaba en 1959 en el MOMA.

También el Museo Reina Sofía cuenta en su patrimonio con una cantidad de fotografías del grupo AFAL.

¿Conocías la AFAL? ♡

Aprovechamos para recomendaros una visita al CAF (Centro Andaluz de Fotografía) que se encuentra en Almería capital y que nunca decepciona.

© Portada de la Revista AFAL nº 10 julio – agosto 1957
© Julio Ubiña
© Carlos Pérez Siquier
© Gabriel Cualladó
© Gordillo Escudero
© Francisco Ontañón
© Joan Colom
© Gonzalo Juanes
© Oriol Maspons
© Leopoldo Pomés