Richard Billingham

“Ray’s a laugh” es el proyecto más importante y célebre de Richard Billingham. Describió la que era su vida familiar y como él mismo explica:

“Mi intención no es la de causar ningún tipo de impacto, de ofender, ni ser sensacionalista o dejar un mensaje político o de lo que sea, solo quiero hacer un trabajo con el máximo contenido espiritual del que soy capaz”

⬇⬇⬇

Richard Billingham (1970) es un fotógrafo inglés que creció en un barrio obrero a las afueras de Birmingham. Su trabajo artístico no deja impasible al público, es tan crudo como sentimental. Está basado en su familia, rompiendo los límites de la propia intimidad.

Pionero del ‘realismo sórdido’, no tomó una fotografía hasta los 19 años, cuando vivía con su padre alcohólico, Ray, en un apartamento en el séptimo piso de un edificio de protección oficial en Cradley Heath en Black Country, (al oeste de Birmingham). En esa época vivía solo con su padre, ya que su madre estuvo ausente durante un tiempo antes de volver a la casa.

Las primeras fotografías que tomó, con una cámara comprada a crédito después de convencer al dependiente de la tienda de que era bibliotecario, fueron de gansos y patos en el parque, “sólo para ver si salían”. Luego enfocó su visor en Ray.

“Nunca había tenido una cámara antes de eso”, dice. “Mis padres tal vez alguna vez tuvieron una cámara de bolsillo 110, pero siempre fue demasiado caro revelar las películas. Esas fotos que tomé de mi padre también eran bastante raras. Me tomé tiempo en cada uno, probablemente solo tiré 10 rollos ese año”.

Antes de dedicarse a la fotografía, fue rechazado en 16 escuelas de arte del Reino Unido. Cuando, finalmente, fue aceptado en la Universidad de Sunderland, empezó a trabajar con cámaras muy baratas y desechables y los revelados eran los más económicos que podía permitirse. 

Su obra más conocida «Ray’s a Laugh» (1996) convierte a sus padres en los protagonistas. Su hogar: un ambiente cargado de adornos y gatos en cada esquina. Una familia de clase obrera que ha sobrevivido gracias a los subsidios del Estado.

👉 Su padre Raymond: alcohólico crónico. Lo único que hace es beber y dormir. No le gusta salir a la calle. Se quedó sin trabajo en una época muy dura para el Reino Unido (sufrían un índice altísimo de paro en los años 70). A partir de ahí, su alcoholismo va acentuándose. Se queda sin dinero, tiene que vender la casa en la que vivía toda la familia y se trasladan a un bloque de viviendas sociales.

👉 Su madre Elizabeth. Ella no bebe, pero fuma de forma compulsiva. Sufre obesidad. Le interesan los gatos y los puzzles. Abandonó a su familia durante dos años mientras el hermano de Richard, Jason, fue acogido por los servicios sociales.

Ante su situación familiar, Richard utilizó el arte para sobrevivir. Para encontrarse con sus emociones en tal panorama caótico. 

Originalmente, Billingham pensó que usaría sus fotos como estudios para las pinturas de la escuela de arte, pero nunca terminó ninguna. Las fotos en sí siempre parecían más reales. Así que lo convirtió en un fotolibro.

Se consideró que el fotolibro de Billingham Ray’s a Laugh había inventado un realismo sórdido. Sus fotografías, surrealistas, claustrofóbicas, dieron sentido a la idea de “demasiado cerca de casa”. 

Después de varios años, ha logrado reconocimiento por su trabajo. En 1995 obtuvo el Felix H. Man Memorial Prize. Al cabo de dos años, el Citibank Private Bank Photography Prize y en el 2001, quedó finalista en el Turner Prize del Artist’s Work Programme en el INMA, Dublín. 

Y en 2018, se estrenó la película “Ray & Liz”, una película escrita y dirigida por el mismo Richard Billingham e inspirada en este fotolibro y en una cinta de vídeo que se estrenó en la Glynn Vivian Art Gallery, en Gales en 2015. Recibió el “Gran Premio del Jurado” en el 15º Festival de Sevilla entre otros premios. Actualmente está disponible para ver en Filmin.

Fuentes:

https://www.theguardian.com/

https://unaserendipia.com/

Scroll al inicio